lunes, 14 de septiembre de 2009

20 horas

Me dejé convencer por 20 horas. Dejé que mi corazón pensara que era cierto, que mi imaginación volara con envidiable regocijo por grandes cielos, que mi ilusión devorase mis sueños, que mi deseo declarase al anhelo como el rey de mi existir.
20 horas duró ese mundo que aunque imperfecto, era mágico. 20 horas hasta que el martillo rompió el cristal. Lo rompió en pedacitos minúsculos. Una caída imprevista seguida de un miedo desesperado.
Ahora pienso, tirada en la cama, ahogando lágrimas. Con la necesidad de volver a sentir ese abrazo cálido que ya me abrazó, de escuchar esas dulces palabras que ya escuché, y que aquella sonrisa me contagie como ya me contagió... ahora pienso que no puedo volver el tiempo atrás, obvia realidad. Pero ¿quién no juega con esa fantasía? Y mi fantasia no es volver atrás para cambiar mi pasado. Yo sólo quiero revivir esos momentos y hacerlos eternos. Sólo quiero recordar qué se siente.

jueves, 16 de julio de 2009

No es igual, o si


En este momento suena la música. Son exactamente los mismos temas de siempre, los que me acompañaron en distintos momentos. Desvío la mirada de la pantalla, una sombra pasa por el pasillo. Había entrado a mi cuarto antes, habló pero no entendí que dijo.

Disfruto del sol en mi espalada. Su calor penetra en mí y se esparce en todo el cuerpo, pero mis manos siguen frías.

Presto atención a las canciones, hay algo extraño, pero no se qué. No suenan igual y sin embargo siguen siendo las mismas letras, las mismas melodías, la misma voz, los mismos instrumentos.

Ya antes había sucedido algo parecido. Ellos me saludaban, me sonreían, me miraban, pero no eran ellos. Recuerdo que los miraba pero no veía nada.

Confundida, me pongo los zapatos y camino hacia el baño. Allí me encuentro otra vez frente a mi. Misma piel, misma boca, el pelo quizás más largo, mismos ojos, pero la mirada… la mirada es distinta. Esa que está en el espejo tiene una mirada perdida, lejana.

Los recuerdos le traen lluvias, pero los guarda, porque no tiene nada más.

Esa del espejo no es sólo la del espejo, es la que está parada frente a él.

Ahora entiendo que todo es igual, son las mismas canciones y son las mismas personas. Nada cambió en realidad, salvo esa que me está viendo.